lunes, 29 de septiembre de 2008

Cómo ganar en " Gran Hermano"


En la vida, ganan los maquiavélicos, hay un librito precioso llamado "¿Qué haría Maquiavelo?" que te muestra que en la vida ganan los malos, los tios que te invitan a un almuerzo de necocios uy pidien solo carne casi cruda ( para demostrarte que podría devorarte a vos) y no aceptan que pagues ni que dejes la propina, como para que les debas una . Son genios de la presión psicológica y la manipulación, y manejan a la gemte a su antojo siguiendo las reglas de Nicoló Maquiavelo,estadista istaliano del siglo XV .
Pero hay otros sitios donde estas reglas no funcionan . Si se fijan bien , en Gran Hermano no gana nunca el maquiavélico y tramposo, sino el buenazo que agrada al público.
Quien entra a competir en Gran Hermano - o en cualquier otro espacio humano - tiene tres modos pisibles de actuar: hacer lo mísmo posible y pasar desapercibido ( que es el perfil de vago) , ser líder del grupo y competir por la atención ( perfil de cacique) o agradar al público ( perfil demagogo) . Todo parece indicar que el ultimo funciona mejor .
¿Quién gana en Gran Hermano?
El que le cae bien al publico, no a los de adentro de la casa .
El que le agrada al público tienen estas características :
- Tiene una relación fluida e imparcial con todos por igual .
- No genera grandes amores ni grandes odios ...(como que no corta ni pincha ).
- No critica a los otros a sus espaldas ni secretea con los demás . Es honesto y transparente .
- Es amigo del sexo opuesto, sin llegar al escarceo amoroso: "donde se come no se manicurea" ,. como decia Porcel .
- No le interesa liderar un grupo ni quiere que crezca su poder .
- Evita cuidadosamente el contacto con los controladores y manipuladores, con altura y elegancia .
- Tiene nervios de acero, estomago de amianto y discreción de oro , y no quiere meterse en problemas ni meter a otros en lios .
Esto da la sensación general que si estas son las concidiones para ganar un premio a la convivencia, queda claro que el premio lo dan los que ven todo de afuera, como el panóptico de Foucault . Y que cuando la gente sabe que es observada , se porta mejor que si no la mirara nadie.
También demuestra que a veces en la vida, en lugar de hacerse ver y mostrarse como un blanco móvil, ser quien gane la supervivencia depende del arte del camuflaje, donde pasar desapercibido es la mejor estrategia . Y ahora me voy en puntitas de pie y hagan como que no estuve ...

Lo que no leemos en las etiquetas

Nadie lee nada, eso es un hecho comprobado cuando una está en la cola del bancopara pagar servicios, que empeiza con un acartele gigante que dice " Pago de servicios" y- como es la última en la cola- hay que escichar que cuatro personas en un lapìso de 20 minutos nos pregunten si es al cola para pagar servicios, porque les da fiaca leer tres palabras .
Pero además de eso , nadie lee los envases de los productos que se mete la boca,. mastica y traga y tampoco lee las etiquetas de las cosas de uso cotidiano. que dicen cosas por lo menos curiosas.
Por ejemplo, el azúcar Chango de kilo, dice adelante y atrás " Con recetas de Osvaldo Gross". Yo no se quien es este señor, pero al receta que aparece en el reverso de la bolsa se llama "Budin de ciruelas rellenas", en los ingredientes te piden ciruelas y nueces y en el procidiemientso mencionan de golpe damascos que no habian mencionado y te piden que los rellenes , con lo cual el budín ya debería cambiar de nombre y ser de damascos rellenos. Pero como nadie lee nada ...¿ a quien le importa el error ?
Siempre tengo al sensación de que soy la unica loca por las letras que lee todo, y por eso llene el blog carteleslocos.blogspot.com , coin acreteles que nadie lee. A veces me parece que soy la única que se percata de que muchos libros se imprimen en Singapur, que cosas de mimbre que creemos hechas en el Tigre son de Vietnam, que los remedios que tomamos son alemanes o mexicanos, y los tampones femeninos son brasileños.
¿ Seré la única? Hagamos un pequeño juego : Yo les digo que dice la etiqueta y en el listado de más abajo sabrán a que pertenece cada una . A ver si adivinan sin espiar:

Si la etiqueta dice ...

1) Sirve para cocinar
2) No apto para cocinar
3)Conserva todas sus virtudesnaturales
4) Máximo de cenizas 2%
5)Presente en ttes siglos desde 1890
6)Para acompañar momnetos que serán inolviables.
7)Le recomienda conocer los productos que consume y su preparación.
8) Cuidemos los ríos y afluentes.
9)Con almendras , avena y coco
10) Contiene miles de sonrisas
11)Proteger de aromas agresivos
12) Despierta el cuerpo y estimula el espíritu
13) Manténgalo a distancia del cuerpo
14) Lo protege por fuera
15) Canales más largos para su máxima protección
16) Lo protegera de agresiones externas
17) Ayuda a prevenir las manchas
18) Protegemos a los delfines

Es porque pertenece a ...( Respuestas):

1) Yogur
2) crema
3) Sal
4) Dulce de leche
5) Café
6) Vino
7)Yerba mate
8) Yerba mate
9) Máscara hidratante para el pelo
10) Coca Cola
11) Soda
12)Locion refrescante Revlon
13) Fosforos
14) Champú
15) Tampones
16) Crema de enjuague
17) Dentífrico Colgate
18) Atún en lata

¿ Cuántas acertaste? Si decis que dos o tres, es que sos de los obsesivos lectores que leen todas las etiquetas.

Como vemos, todos los productos quieren protegernos a toda costa de vaya a saberse qué amenaza espantosísima . Pero dado que vivimos todos aterrados, en los tiempos de inseguridad que corren, lo mejor que podemos hacer es agarrar un tampón , una lata de atún y una crema de enjuague y salir a la calle seguros y ultraprotegidos , porque así de armados es imposible que nos pase algo malo .

lunes, 8 de septiembre de 2008

La maldición de los contestadores telefónicos

Hubo un tiempo hermoso en el cual cuando llamabas a alguien por teléfonos sólo tenías dos posibilidades: que te atiendan o que no te atiendan porque no había nadie.
Si te atendía, conversabas e intercambiabas toda la información que quisieras. Si no te atendían, llamabas más tarde. Así de simple era la cosa.
Con la llegada de la tecnología telefónica a fines de los años ´80, creíamos que la comunicación se simplificaba y optimizaría. Pero no. Primero llegaron los contestadores, que desde el principio tuvieron la solidaria función de que termines pagando vos las llamadas de los otros, que no te vuelven a llamar por que ya te dejaron un mensaje en el contestador. O sea que te obligan a llamarlo para saber por qué te llamaron. Tu cuenta telefónica aumenta a medida que la de tus amigos se reduce…¡Y eso se llama amistad!
Después llegaron los teléfonos inalámbricos, que sirven para perderlos debajo de un almohadón ( y todavía no sé por qué no les ponen un cable pegado a la pared para que no se pierdan ),y los celulares, que se pierden en cualquier parte obligándote a conseguir un segundo teléfono para llamarte a vos mismo para encontrar el infernal aparato…que más vale que esté encendido , o no lo encontrás más . El celular es un aparato que parece útil, pero es demasiado imperfecto. Ya se reirán nuestros nietos en el futuro cuando les contemos de la cantidad de mensajes de texto que creías enviados y luego aparecieron en “borrador” o que recibe el destinatario dos horas después de que estas charlando con el hace una hora. Tambien es absurda esa costumbre de comprarle celulares a los hijos para ubicarlo, justo en la edad en que no quieres que los ubiques. Entonces suceden cosas como que esperabas a tu hijo en casa a las 10 de la noche y son las dos de la mañana y no aparece. Lo llamás y te atiende el contestador, o dice que “el telefono esta apagado o fuera del área de servicio”, con lo cual imaginas que a tu hijo lo secuestraron y lo esclavizaron como prostituto en una whiskeria en la ruta en el Chaco. Presa de un ataque de pánico, llamás a sus amigos y no conseguís hablar con ninguno. A las tres de la mañana llegan a tu casa los cuatro nabos, que es cuando descubrís que uno tenia el celular sin baterías, el otro sin crédito, el otro apagado y el otro en función vibrador, y que por eso nadie se enteró que estabas llamándolos. Y eso, si tenés la suerte de que no rompan o extravíen un celular por mes.
Paralelamente a esto, nació una generación de contestadores automáticos puestos por las empresas telefónicas, que logran que la persona con quien hablás te interrumpa porque tiene otra llamada en espera, que la persona a quien llamaste no puede ignorar, por las dudas de que esa llamada entrante sea mucho más importante que la pavada para la cual llamaste vos. Hay otros maravillosos sistemas de opciones pregrabadas en los contestadores que- luego de que hablaste te invitan a la reflexión: “Si quiere escuchar su mensaje, presione 1, si quiere agregar algo más, presione 2 , si quiere borrar el mensaje y grabarlo de nuevo, presione 3, si quiere darle prioridad de urgente, presione 4 , y si no , corte y vuelva a llamar”. Y es muy loco, porque nadie usa ninguna de esas opciones. La opción 2, uno no la usa porque no sabe si llega a pegarse su mensaje agregado al anterior, o queda descolgado obligando al otro a escuchar la segunda parte de un mensaje ( medio mensaje) sin entender de qué cuernos estás hablando. La opción 1 no la usa, porque si uno fuera tan valiente para escuchar la grabación de su propio mensaje, jamás en su vida volvería a dejar mensajes. Grabados sonamos bastante más idiotas de lo que pensamos. La opción 3 tampoco la usa, porque es como si uno le reconociera al contestador que fue un idiota que no pudo dejar un mensaje decente y mejor borrar todo y empezar de cero. La opción 4 nadie la usa porque no podemos ser tan soberbios de pensar que nuestro mensaje es y será el más urgente de todos….¿y si el hijo del dueño del teléfono se enferma en la escuela y al padre no le llega la noticia porque la tapamos con nuestro mensaje urgente?
En suma, uno no usa ninguna de esas opciones, corta sin dejar nada grabado y resuelve llamar en otro momento o no llamar nunca más. Tengo una amiga que cuando me llama la atiende mi contestador, y cuando yo la llamo, hablo con el de ella. La cuestión es que de tanto dejarnos mensajes grabados, nuestros contestadores se enamoraron, intimaron y tuvieron chips. Lo notamos por nuestras cuentas telefónicas: si no se están llamando nuestros teléfonos solitos por su cuenta, no se explica como llegan con tanto gasto de pulsos. En periodismo ya se sabe que no hay que dejar mensajes en los contestadores porque te quedás sin hacer la nota. El probable entrevistado ya queda advertido de que lo vas a llamar y prepara su discurso para mentir mejor, o prepara el pretexto para no darte la entrevista. Así que vamos viendo que los contestadores no sirven para nada. Lo mejor es hablar con personas de carne y hueso. Con los contestadores lo mejor que se puede hacer es no contestarles.
Aunque no hay nada más lindo que llegar a casa y descubrir que alguien tuvo la inmensa generosidad y enorme calidez de dejarte un mensaje en el contestador automático. Con lo feo que es hablar con una máquina y ellos se animaron …¡Idolos!

domingo, 7 de septiembre de 2008

Liebig: Un pueblo fantasma en Entre Ríos, con pasado de titán















Supongamos que ubiscaste a Liebig como un nombre chiquitito en el mapa. Algo te habían contado de ese lugar especial . Sabés que queda frente a un cruce de rutas en algún punto junto al río Uruguay entre la ciudad de Colón y el Parque Nacional Palmar de Colón . Y aún sabiendo todo esto, no lo encontrás. Se puede ir por la ruta con la mayor atención, andar y desandar ese camino bordeado de vegetación...y la entrada a Liebig no se ve ni aparece…
¿ Habremos leído mal el mapa ? ¿ Lo habremos pasado ya?
Sucede que Liebig es una especie de pueblo fantasma , y como tal desaparece y aparece a su antojo. El secreto de ingreso a Liebig es circular despacito por la ruta, preguntar a los paisanos, prestar mucha atención y en cada entrada de tierra que desde Colón que va hacia el norte, tratar de adivinar cuál de los carteles oxidados por la humedad litoraleña nos indica que estamos llegando a este pequeño oasis de silencio con una historia de titán.
La entrada al pueblo está bordeada de pinos añosos y mansiones luminosas, y nos lleva directamente a un centro cívico prolijamente trazado, donde cada edificio de típica arquitectura inglesa tiene un cartel que explica su pasado glorioso.
Extrañas construcciones bajas aineadas con prolijidad se unen con pórticos con arcos de medio punto que comunican las viviendas entre sí y hacia veredas arboladas y prolijas. El Centro Cívico está contruído con locales de ventanales bajos bajo galerías de madera techada que le dan al pueblo polvoriento un aspecto de pueblo del Lejano Oeste, como el de las películas de cowboys. Dentro de lo que sería el "Saloon" se encuentra un incipiente museo de antigüedades, que nos indican que este pueblo manso junto al río vivió épocas de absoluto esplendor .
Liebig tiene una historia rica. Deliciosa , podría decirse. Este pueblo debe su nombre a Justus von Liebig , el padre alemán de la química inorgánica. Nacido en 1803, Liebig descubrió en 1847 la manera de hacer un extracto de carne sustancioso y potente que servía para dar sabor y vitaminas a los platos. Creyendo que en el Río de la Plata podía producirse a un tercio de lo que costaba hacerse en Munich, en 1865 abrió una inmensa planta industrial con la firma de "Liebig's Extract of Meat Company", creada en Londres junto al visionario alemán George Giebert. La fábrica se construyó en este lugar estratégico por la calidad de sus tierras de crianza vacuna, y porque en el mismo sitio pudieron hacer un puerto de gran calado para embarcar el producto en clippers que lo llevaban directamente a Europa, casi sin escalas. Durante 1870 el extracto alimentó al frente alemán durante la guerra franco-prusiana. En 1875 produjeron 500.000 kilos de extracto hecho con las 1.500 cabezas de ganado que se sacrificaban diariamente con este fin . En 1878, la fábrica empezó a fabricar también corned beef ( viandada), picadillo de carne, tuco, lengua y sus propias latas para envasar. Este mountruo industrial necesitó tanta gente empleada para su funcionamiento, que los ingleses construyeron unpueblo entero alrededor de la planta . Hasta el día de hoy. los magros 500 habitantes que quedaron en el pueblo que supo albergar 10.000 almas, están eternamente agradecidos a Eric Evans , el último director de la fábrica. "Cómo no voy a recordarlo con cariño si el hombre nos vendió las casas a un precio absurdo que se pagaba descontándolo de nuestros sueldos. En Liebig tuvimos las primeras cloacas y el primer tendido de agua corriente del país."
A partir de la Segunda Guerra Mundial empezó al decadencia de la indutria frigorífica. Después de abierta otra planta en Paraguay, en 1970 la planta de Liebig se llamó FRI. CO. SA., haciendo más latas que carne . En 1980 la planta de Liebig y las casas de sus gerentes se vendieron al frigorífico Vizental de San José, y desde entonces la fábrica se desguasa de a poco. Esto es lo que cuenta Eduardo, el único hombre que queda al cuidado de la gigantesca planta, encendiendo los motores de hornos y heladeras para impedir que el mounstruo muera dormido . A un lado de la planta se ven filas de corralones vacíos que alguna vez fueron el patíbulo del ganado entrerriano destinado a llenar estómagos europeos . "Del tren bajaban las vacas directo acá. Se aprovechaba todo, hasta los huesos. Los corralones parecen de material , pero tienen corazón de madera", explica el custodio."Lo que pasa es que si no tapaban la madera con cemento y cal, la fábrica no conseguía quién la asegure". Todo un ejemplo de la viveza británica del pasado.El pueblo todo tiene un emplazamiento ideal, junto al río, en una barranca , y ninguna de las terribles crecientes de la zona lo afectó jamás. Su peculiar trazado lo divide en tres secciones : La Fábrica, El Pueblito o barrio obrero y Los Chalets o barrio de personal jerárquico. La empresa proporcionaba agua, energía eléctrica, cloacas , escuela, asistencia médica, deportes , biblioteca y club de pesca gratuitos para cada uno de sus 3500 empleados y sus familias pioneras. Las viviendas se enfilan en manzanas con patios centrales arbolados para juegos y estacionamiento, donde habitaban las familias. Los hombres solos habitaban la "Soltería ", habitaciones en hileras con duchas y baños . La escuela del pueblo es la misma que se usa hasta el día de hoy. El actual Centro Cívico reunía el almacén de ramos generales , la zapatería, peluquería , panadería y oficina de pago de jornales . Hoy en día alberga al museo- cuyo encargado muestra orgulloso una lata cerrada de corned beef Liebig fechada en 1923, sin rastros de estar hinchada, y unos cubitos de caldo Liebig de más de 30 años de antigüedad. Pegado al ,museo están la Junta de Gobierno, una feria artesanal que vende dulces caseros y licor de miel y una biblioteca completísima, una de las dos del país que reúnen la colección completa de la revista Caras y Caretas.
La Capilla fue construida a pedido de los pobladores en 1950 y tiene un hermoso vitral dedicado a uno de los últimos gerentes de la empresa por su esposa. El club-construido en 1904 - se usaba como salón de fiestas y servía la práctica de fútbol, bochas, basquet y patines. Muy cerca se encuentra el Lawn Tennis Club con tres canchas de tennis, billares y un bar de maderas importadas de Inglaterra. Casi al lado, y frente a la fábrica, una arboleda hermosa oculta la famosa "Casa Nº1" o "Casa de Visitas", que alojaba a los directores de la compañía o a vistas distinguidas como la de Eduardo VII, Príncipe de Gales, en 1925.
Otro edificio importante es el Mess ("Lío") , donde se alojaban los empleados o parientes de paso en una especie de hotel tan comunitario.y desordenado como su nombre lo indica.
La casa que fuera del matrimonio Evans, gerentes de la empresa, en la calle que lleva su nombre es un ejemplo de arquitectura aireada y hogareña. El matrimonio Centurión la muestra orgulloso a quien pase de visita o quiera alojarse allí : tiene una enorme galería aireada, un comedor inmenso, habitaciones comfortables , y ventanales amplios para que todo el verde del exterior se meta en cada rincón. Esta arquitectura adaptada al litoral le tocaba a la jerarquía, al contrario del Mess y el Club, que son contrucciones como transplantadas de Inglaterra, hechas para un clima gris de nieblas y fríos marinos . Un gigantesco árbol zumba en la entrada del jardín. De su inmensa copa cuelgan pesadas flores rosadas, envueltas en el vuelo de infatigables abejas . El maravilloso árbol no es otra cosa que una planta de hortensia hiperdesarrollada : la plantaron los Evans hace más de cien años.
En este pueblo abandonado pero feliz , el sitio más concurrido es el Club de Pescadores, donde hay torneo de pesca todos los fines de semana. Los actuales pobladores recuerdan con nostalgia épocas de esplendor mientras se ganan la vida cosechando naranjas, fabricando artesanías y desplumando pollos. Unos pocos intentan con esfuerzo preservar la memoria de un pueblo que fue un ejemplo de industria floreciente y trato ejemplar entre patrones y empleados, y que por eso funcionó a buen ritmo durante más de un siglo.
Ellos saben que viven en un pueblo fantasma al que cuesta llegar . Pero también saben que lo que más cuesta en este vergel de paz es decidir cuál es el momento ideal para abandonarlo. Porque tal cosa no existe: uno se quedaría para siempre acá, arrullado por el zumbido de las abejas y el rumor del río.
Para llegar a Liebig:
Ruta 14 , Km 165 a 10 km de Colón y 50 km del Palmar , frente a ruta de entrada a Villaguay .
Casa amplia en alquiler por día, semana o mes : Perón 406, Liebig
Tel: (03447)492045/492060