jueves, 23 de octubre de 2008

Alcalá de Henares: cómo nació de allí Cervantes



Por Ana von Rebeur

"En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un hidalgo"…Esa es la primer frase de Don Quijote, y el lugar que menciona de la región de Castilla- La Mancha es Alcalá de Henares. Situada a 45 minutos de Madrid, Alcalá fue fundada por los romanos hace más de 2000 años con el nombre de Complutum, es Patrimonio Mundial de la UNESCO por ser la primera ciudad diseñada y construida exclusivamente como sede de una universidad y es el sitio natal del mayor escritor de la literatura española, Miguel de Cervantes, autor del inmortal Don Quijote.
Conserva su aire medieval de calles empedradas, con pórticos sostenidos por columnas robadas de los templos romanos. Cuenta con 200.000 habitantes, 20.000 de los cuales son extranjeros, mayormente de Europa del Este. Pero en la cuna del idioma castellano siempre se escuchan otras lenguas. Estudiantes de todo el mundo vienen aquí a estudiar el idioma español en la iudad universitaria fundada en 1499, y concebida por el Cardenal Cisneros, Arzobispo de Toledo y confesor de los Reyes Católicos.
La presencia del Quijote es constante en la decoración de vidrieras y restaurantes, y todo el mundo se toma fotos entre las estatuas de bronce de tamaño natural de Don Quijote y Sancho frente al segundo museo más visitado del país: la Casa de Cervantes.
La Alcalá del siglo XV no era muy distinta a la de hoy, con sus cigüeñas habitando los campanarios ahora como entonces. La diferencia es que entre los siglos XV y XVI lo mejor de la intelectualidad hispana caminaba por sus callecitas empedradas repartidas en partes iguales por moros, cristianos y judíos, en sus respectivos barrios.
Los jóvenes que estudiaron en sus aulas se llamaban Lope de Vega, Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús, Mateo Alemán, Leandro Fernández de Moratín, Francisco de Quevedo, Melchor Gaspar de Jovellano, Jacinto Benavente y Azorín. Por esto es que a Alcalá – ciudad natal de Juan Ruiz, El Arcipreste de Hita- se la conoce como "La ciudad literaria", ya que los mayores escritores de España se gestaron aquí.
Entre ellos, el más conocido es Miguel de Cervantes Saavedra, (1547-1616), dramaturgo, poeta y autor del Quijote, la primera novela moderna de la literatura universal.
Cuando se les pregunta a los habitantes de Alcalá qué sienten por haber nacido en la patria de Cervantes, lo primero que dicen es "orgullo". " Hay mucha actividad cultural aquí gracias a eso: ferias del libro, teatro cervantino, Semana Cervantina y hasta un Tren Cervantino con guías vestidos a la usanza del siglo XV" , nos cuenta Miguel, puestero de la feria de libros de la Plaza de los Santos Niños , donde se consiguen las más variadas ediciones del Quijote.
De visita en Alcalá para un evento organizado por su Universidad, Rosa Regás- premiada novelista y actual Directora de Bibliotecas de España-me presentó al alcalaíno escritor y poeta Pedro Atienza, estudioso de la literatura española. El nos explica cómo nació el Quijote: "En el siglo XV, Alcalá contaba con 15.000 habitantes, lo que para esa época era una barbaridad de gente. Entre ellos, 9.000 eran estudiantes y 4.000 eran prostitutas. Cervantes tenia tres hermanas, una monja y dos prostitutas, tan famosas por su belleza que las llamaban "las Cervantas". No es de extrañar que el género de la picaresca y la sátira naciera aquí, teñido con la intelectualidad de la universidad erasmista." Y añade: "La vida de Cervantes fue una sucesión de desgracias. Su padre era sangrador- practicaba sangrías a los enfermos-, oficio denigrante y mal pagado. Su hijo pasó toda su vida intentando abastecer a una familia en la ruina. Intentó ser dramaturgo y fue recaudador de impuestos, acabando dos veces en la cárcel. Pero aprovechó ese tiempo a la sombra para escribir el Quijote. Tanta desgracia junta, unida a una fuerte perseverancia y a un estilo original, dio a luz su excelente narrativa."
El resultado fue una divertida crónica que mezcla ficción con teoría, realidad con fantasía, mostrando la dualidad humana entre el idealismo del Quijote y el materialismo de Sancho. "Guiso para el vulgo", decía Cervantes, explicando que quería ser leído por todos, no sólo por los intelectuales. Escribiendo de manera amena y accesible, la historia del empeño humano por perseguir sus sueños ante la prosaica realidad, Cervantes se convirtió en un best seller permanente, empezando por la osadía de cambiar el remanido "Había una vez, en un lugar muy remoto…" por el revolucionario equivalente a "En un lugar de la Mancha, no ha mucho tiempo" (equivalente a "Aquí y hace poco").
Tantos aciertos le dieron al hidalgo una merecida vida eterna en todas las lenguas y mucho más allá de las murallas de Alcalá, la ciudad donde se entrega el Premio Cervantes, el más apetecido de cualquier escritor de habla hispana, y el premio Quevedos, el más importante dedicado a la trayectoria de humoristas gráficos de habla hispana.

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